domingo, 29 de marzo de 2009

Martes 31: Vivir (Ikiru)


Este martes 31 de marzo los invitamos a la cuarta proyección del ciclo Filosofía en Imágenes: Vivir, de Akira Kurosawa (Japón, 1952, 143 min.) La película será comentada por Carolina Rivas y Daoud Sarhandi, directores del estudio de producción cinematográfica Creadores Contemporáneos.

Situada en el Japón de la postguerra, es considerada por muchos como la obra cumbre de Kurosawa. Esta película muestra su rostro más compasivo como director, pues reafirma la vida a través de la exploración de la muerte de un hombre.

El actor, Takashi Shimura, encarna a Kanji Watanabe, un burócrata a quien le han diagnosticado cáncer en el estómago, lo cual lo lleva a deshacerse de lo superficial y encontrar significado en sus días finales.

Narrada en dos partes, Vivir sigue la búsqueda de Watanabe en el presente, y después en una serie de flash-backs. El resultado es una mirada multifacética de la vida a través de un prisma de perspectivas que construye un retrato complejo de un hombre que nunca fue comprendido por los otros.

Akira Kurosawa
(1910-1998)

Fue el menor de ocho hermanos; su padre era el director de un instituto militar japonés, y su familia descendía de una antigua línea de samuráis, por lo que su situación socioeconómica superaba la media. Siempre fue aficionado de la cultura occidental, y se hizo amante del cine desde que éste llegó a Japón.

Akira comenzó a estudiar dibujo desde joven, y durante varios años se perfeccionó como pintor. Su hermano Heigo fue una de las máximas influencias en su vida, pues le inculcó el amor al cine, ya que era narrador de cine mudo, actividad muy típica del Japón de la época, pero cuando llegó el sonido, se quedó sin trabajo. Heigo era muy inteligente, aunque tenía un lado "oscuro" o "cínico". Por ejemplo, después del gran terremoto de 1923 que destruyó Tokio, en el que murieron más de cien mil personas, Akira y Heigo caminaron entre los escombros llenos de cadáveres, y cuando Akira desvió la mirada ante el horror, Heigo lo obligó a sostenerla. Pero el mismo Kurosawa decía que esta experiencia le enseñó que enfrentar el horror es lo que nos hace vencer nuestro miedo. Cuando Akira tenía 20 años, Heigo se suicidó, y al poco tiempo murió otro de sus hermanos.

Akira comenzó su carrera como director en 1936, cuando entró a un programa para aprendices de director en los estudios cinematográficos Nikkatsu, donde trabajó como ayudante del director Kajiro Yamamoto, y después como guionista de distintos realizadores.

Sus primeras películas, supervisadas por el gobierno japonés durante la Segunda Guerra Mundial, son de temas nacionalistas. Pero, cuando acabó la guerra, filmó Waga seishum ni kuinashi (No añoro mi juventud), que trata sobre la mujer de un disidente izquierdista, arrestado por sus tendencias políticas. El ángel borracho, película para la cual Kurosawa decía que su propia afición al alcohol le ayudó a realizarla, es su primera obra maestra reconocible, y anticipa su posterior Ikiru en su retrato compasivo de un doctor, representado por el mismo actor que interpreta a Watanabe en Vivir. En Ikiru, critica fuertemente a los funcionarios públicos y sus políticas, la manera como pierden el tiempo. La película que le dio presencia internacional fue Rashōmon, primera película policial en la historia del cine, que trata sobre una violación ocurrida en el siglo XI, y con la cual ganó el León de Oro en el Festival de Venecia en 1951.

Durante la década de los años 50, Kurosawa construyó su propio estilo cinematográfico. Algunas de las características de su cine son el uso de teleobjetivos, pues pensaba que ver a los actores de lejos permitía mejores interpretaciones; la presencia de elementos meteorológicos, como la lluvia y la nieve en Vivir, la niebla en Trono de sangre, el viento helado en Yojimbo, el calor intenso en El perro rabioso, o la lluvia tormentosa en la batalla final de Los siete samuráis; Kurosawa gustaba de utilizar varias cámaras al mismo tiempo para obtener distintos puntos de vista de una misma escena. Por último, con Rashōmon no sólo logró hacer conocido el cine japonés en todo el mundo, sino que dio nombre a un tipo de narrativa fragmentada e inconsistente, conocida como el efecto Rashōmon.




Kurosawa dedicaba enormes cantidades de tiempo para lograr el efecto estético deseado, y era tan perfeccionista como director que en el set se le conocía como Tenno, que significa literalmente "emperador". Algunas anécdotas conocidas sobre su perfeccionismo incluyen las flechas reales tiradas por arqueros profesionales en la escena final de Trono de sangre, que se clavaron a pocos centímetros del actor, Toshiro Mifune; la tinta negra para dar a la lluvia efecto de intensidad en Rashōmon, además de que utilizó todo el depósito de agua de la zona para crear la tormenta; el castillo que mandó construir en las laderas del monte Fuji, sólo para quemarlo en la escena clímax de Ran. También se dice que mandó invertir el sentido de un arroyo para lograr un mejor efecto visual. A sus actores, les hacía llegar el vestuario semanas antes de la filmación, y les instruía que lo usaran todos los días para crear un vínculo con él. En Los siete samuráis, los actores que hacían de campesinos recibieron la orden de destrozar y desgastar el vestuario antes de la filmación.

Terco y de mal genio, le gustaba el mundo militar, de guerreros, cabalgadas y batallas, que reflejó en sus filmes. Disciplinado como cineasta, daba un consejo, que él mismo se aplicaba, para 'los que no tienen tiempo': "Puede que sólo escribas una página por día, pero si lo haces todos los días te encuentras al final de un año con que tienes 365 páginas de guión."

En cuanto a la música, Kurosawa pensaba que la música muy "acabada" restaba fuerza a la cinematografía, por lo que la reducía a un solo elemento (por ejemplo, sólo trompetas), y sólo hacia el final de la película utilizaba música más elaborada.

Muchas de las películas de Kurosawa son adaptaciones o se inspiraron en obras clásicas griegas (como Los siete samuráis, que está basada en Los siete contra Tebas, de Esquilo); literatura rusa (como su adaptación de El idiota, de Fiodor Dostoievski, o Vivir, que trata hasta cierto punto los mismos temas que La muerte de Iván Illich, de León Tolstoi), y las obras de William Shakespeare (de quien adaptó Macbeth en su película Trono de sangre, y El rey Lear en Ran. Otras influencias importantes en la obra de Kurosawa son el director estadounidense John Ford y el cineasta francés Jean Renoir. Por último, aunque algunos críticos japoneses tacharon a Kurosawa de ser "demasiado occidental", su cine guarda profundas influencias también de la cultura y la historia de su país, así como del teatro Kabuki y Noh, y del género Jidaigeki del cine japonés.

El cine de Kurosawa ha influenciado también a muchos. Por ejemplo, la base del famoso Spaghetti Western Por un puñado de dólares, de Sergio Leone, es nada menos que Yojimbo. La saga La guerra de las galaxias, de George Lucas, está muy influenciada por Kakushi toride no san-akunin (La fortaleza escondida), y Lucas incluso utiliza la técnica de transiciones empleada por Kurosawa.

Kurosawa murió mientras dormía en 1998, cuando sus últimas dos películas todavía no habían sido proyectadas.

Filmografía

Sugata sanshiro, 1943. (La leyenda del gran Judo)
Ichiban utsukushika, 1944. (La mas bella)
Zoku sugata sanshiro, 1945. (La nueva leyenda del gran Judo)
Tora-no-o fumu otokotachi, 1945. (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre)
Asu o tsukuru hitobito, 1946. (Los que construyen el porvenir)
Waga seishum ni kuinashi, 1946. (No añoro mi juventud)
Subarashiki nichiyobi, 1947. (Un domingo maravilloso)
Yoidore tenshi, 1948. (El ángel borracho)
Shizukanara ketto, 1949. (Un duelo silencioso)
Nora inu, 1949. (El perro rabioso)
Shubun, 1950. (Escándalo)
Rashōmon, 1950
Hakuchi, 1951. (El idiota)
Ikiru, 1952. (Vivir)
Shichinin no samurai, 1954. (Los siete samurais)
Ikimona no kiroku, 1955. (Crónica de un ser vivo)
Kimonosu-jo, 1957. (Trono de sangre)
Donzoko, 1957. (Los bajos fondos)
Kakushi toride no san-akunin, 1958. (La fortaleza escondida)
Warai yatsu hodo yoku nemuru, 1960. (Los canallas duermen en paz)
Yojimbo, 1961. (El mercenario)
Tsubaki Sanjuro, 1962. (Sanjuro)
Tengoka to jigoku, 1963. (El infiero del odio)
Akahige, 1965. (Barba Roja)
Dodes ka-den, 1970.
Derzu Uzala, 1975.
Kagemusha, 1980. (La sombra del guerrero)
Ran, 1985. (Batalla)
Konna yume wo mita, 1990. (Sueños)
Hachigatsu no rapusodi, 1991. (Rapsodia en agosto)
Madadayo, 1992. (Espera un poco)

Fuentes:
Wikipedia
Red escolar ILCE
Senses of Cinema


NOTAS A REFLEXIONAR
(por Carolina y Daoud)


1. La película tiene un cuidado del tono, que es el efecto que el director desea provocar en el espectador. El protagonista tiene un tono serio, solemne, en contraste con la mujer joven que tiene un tono de ligero e incluso festivo.

2. Hay un trabajo de la progresión dramatica. Esto signfica que el espectador puede reconocer una evolución a lo largo de la película. La progresión dramática del protagonista va del tono serio al tono ligero.

3. La energía está manejada en contensión. La contensión significa que el actor trabaja sus emociones hacia adentro, catalizándolas a cierta zona del cuerpo como la garganta, el estómago o lo pies, según la calidad de energía que necesite en cada secuencia.

4. La película tiene influencia del teatro Kabuki y Noh, así como de la danza Butoh japonesa (Butoh significa danzar en chino. Nombre utilizado en la postguerra para integrar a China como aliado.) La danza Butoh nace en respuesta al ataque de Hiroshima. Los danzantes concibieron la danza para otorgar a toda la población la oportunidad de sobrevivir y superar la muerte de sus seres queridos.

La danza que consiste en resucitar el cuerpo muerto. Es una nueva forma de ver la vida. Redescubrir el mundo. Regresar a la mirada infantil, la mirada virginal. Es cuerpo que vuelve a nacer. El danzante vuelve sentir el mundo como un recién nacido que va empezando a tomar conciencia.

El paso más importante es el primer paso: Se colocan las plantas de los pies descalzos y se comienza a caminar. Una persona no puede caminar hasta que no le haya acontecido algo dentro de sí. Es prohibido caminar o hacer cualquier gesto si no ha acontecido algo importante en el interior. El dar un paso en danza Butoh puede llevar varios minutos. La danza Butoh tradicional significa caminar con un cuerpo resucitado que por primera vez adquiere conciencia.

Su iniciador es Kazuo Ohno, y la desarrolló en tiempos de la postguerra. Actualmente sus hijos, Yoshiro Ohno, Akira Kasai y Mitusuru Sasaki, siguen danzando y enseñando la filosofía Butoh.

¡Que la disfruten!

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