sábado, 4 de septiembre de 2010

SEPTIEMBRE: Cine Prohibido

Amigos,

Como bien dijo el maestro Ugalde, el único presidente que no censuró nada fue Lazcuráin. Nuestra cinematografía, sobre todo la que toca la historia de nuestro país, ha sido estrictamente vigilada. Podríamos mencionar una infinidad de filmes que fueron tijereteados por esta y muchas otras razones. Pero para esta ocasión elegimos cuatro películas mexicanas sobre la Revolución que no se salvaron de este destino.

El prisionero 13 (Fernando de Fuentes, 1933), escrita por Miguel Ruiz -un escritor casi desconocido-, cuenta la historia del general Carrasco, que ordena el fusilamiento de su propio hijo, preso por manejos corruptos del propio militar. La película tuvo que adoptar un final que justifica la historia como producto de una pesadilla alcohólica.

¡Vámonos con Pancho Villa! (Fernando de Fuentes, 1936), escrita por Xavier Villaurrutia, presenta a un héroe con matices humanos pero fue censurada por el gobierno cardenista. En el original, las huestes de Villa asesinan a la familia de Tiburcio para que pudiera reincorporarse a la lucha revolucionaria; en la que se exhibió Villa huye de la peste, Tiburcio se descepciona y regresa a su pueblo a vivir con su familia.

De Fuentes dominaba las técnicas de filmación, y además demostró una sobriedad increíble para la época en el tratamiento del tema de la Revolución. De hecho, los filmes de Fernando de Fuentes son prácticamente los únicos realizados sobre ese tema que no exaltan la gesta revolucionaria, y que incluso llegan a criticarla.

En los años sesenta, se filmó La sombra del caudillo, adaptación del libro de Martín Luis Guzmán con el visto bueno presidencial y una exitosa presentación en el Festival de Karlovy Vary, donde obtuvo dos premios. En manos de Julio Bracho, la crítica -implícita en el libro- del caudillismo postrevolucionario se convirtió en un serio cuestionamiento al autoritarismo del sistema político mexicano. En la secuencia final, Bracho plasmó una interpretación de la matanza de Huitzilac, Morelos. Pero, a iniciativa de las altas esferas militares, la cinta fue prohibida hasta convertirse en la obra maldita del cine mexicano, el paradigma de la censura cinematográfica en tiempos priístas, y la censura ejercita contra ella no sería levantada sino hasta 30 años después, cuando le fue otorgado su Ariel de consolación en 1991.

En la década de los setenta se estrenó la ópera prima de Paul Leduc, Reed, México insurgente (1972) un filme que, gracias a las luchas contra la censura de otras películas durante los años 60, encuentra una mayor apertura. La película aprovecha los escenarios naturales mexicanos y retrata de manera sensible y desmitificadora la historia de México a través de la adaptación del libro de John Reed; además, es Heraclio Zepeda quien hace de Pancho Villa. Situada en 1913, la película cuenta la historia del periodista estadounidense John Reed cuando ingresa en territorio mexicano para testimoniar la Revolución, y termina involucrándose activamente en la guerrilla.

Los esperamos el MARTES 7 DE SEPTIEMBRE con la proyección de

PRISIONERO 13
de Fernando de Fuentes (México, 1933)

FORO HILVANA
Colima 378, col. Roma Norte, DF.
Proyección: 20:00

¡Abróchense los cinturones!

Fuentes:

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