martes, 17 de febrero de 2009

Sábado 21: BLOW-UP


Comúnmente simplificada como una película que retrata el "mod", se trata también de un filme que rescata la imagen no sólo como lenguaje sino como esencia del conflicto.

“La mayor dificultad con la que me he encontrado ha sido la de representar la violencia de la realidad. Los colores embellecidos y edulcorados son a menudo los que parecen más duros y agresivos. En BLOW UP, el erotismo ocupa un lugar de máxima importancia, pero, a menudo, se pone el acento en una sensualidad fría, calculada. Los rasgos de exhibicionismo y de vouyerismo están especialmente subrayados: la joven mujer del parque se desnuda y ofrece su cuerpo al fotógrafo a cambio de los negativos que tanto desea recuperar.” (Antonioni, Corriere della Sera, 12 de febrero de 1982)

La anécdota de BLOW UP parte del relato "Las babas del diablo", de Julio Cortázar, pero de éste Antonioni toma sólo la idea: un fotógrafo profesional descubre, al revelar y ampliar un carrete de fotografías, algo que a simple vista no había sido capaz de ver. La pequeña historia y su significado en el relato de Cortázar son completamente distintos en la película.

“Necesitaré al menos otro film para explicar BLOW UP” (Antonioni, Rueda de prensa Festival de Cannes, mayo de 1967).
BLOW UP es el mayor éxito que tuvo Michelangelo Antonioni a lo largo de su extensa carrera en cuanto a la recaudación, aunque también ganó la Palma de Oro en Cannes en 1967. Tuvo distribución en el mercado estadounidense y fue nominada a dos Óscares en las categorías de guión y dirección.
La trilogía de L'avventura, L'eclisse y La Notte lo tipificaron como un "cineasta moderno", y algunos de sus seguidores, algunos críticos también, se sintieron defraudados con esta nueva transformación. "BLOW UP redefine los términos, descolocándolos, deslocalizándolos, preparando el terreno del conflicto entre la realidad y la posibilidad de su reproducción fiel, colocando la imagen en el centro de la cuestión. (...) El juego entre la verdad y la fantasía, lo que fue y lo que pudo haber sido, lo que sucedió de verdad o lo que tal vez no sucedió nunca; ese extraño camino por el que deambula el protagonista durante 24 horas, de un amanecer a otro, enmarcado en la fantasmagórica presencia de un grupo de extrañas personas de rostros pintados de blanco, será uno de los mensajes más profundos que el cine nos haya dado. " (G. Arias, 2005)
¡Los esperamos!

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